Después de la gran aventura que nos hizo vivir La tercera Vuelta a Lima regresamos a la zona de acción, al distrito de San Antonio de Jicamarca en la provincia de Huarochirí. Específicamente volvimos a tres lugares: a la Municipalidad de San Antonio, a la bodega de la familia Arévalo y a la Asociación Grupo Familiar Cuarta Maravilla.
En la Municipalidad de San Antonio buscamos al Jefe de Serenazgo, señor Gavino, a quien entregamos un Diploma de agradecimiento y una Medalla del evento por su buena disposición para apoyar el desplazamiento del pelotón dentro de su jurisdicción. Al margen de los trabajos que ese día se hicieron en la carretera en construcción, lo cual no dependía de él, los Serenos apoyaron, orientaron y estuvieron a la expectativa del desplazamiento de los ciclistas.
En la bodega de la familia Arévalo hicimos lo mismo, entregamos Diploma y Medalla así como unos polos del evento. Dicha familia se involucró en La Vuelta a Lima, su capacidad de emprendimiento los hizo copiar todas las sugerencias que les dimos para que su negocio tuviera éxito ese día. Ahora nos cuentan que los ciclistas se detienen en su bodega para comer y rehidratarse.
En la Asociación Grupo Familiar Cuarta Maravilla buscamos a su presidente, señor Emilio, y a su comitiva, a quienes entregamos el Diploma de agradecimiento y la Medalla del evento, así como otros regalos. En dicho lugar, el paso de La Vuelta a Lima estuvo engalanado por unos Baners de Bienvenida colocados por la propia Asociación. Cuando nosotros hicimos las coordinaciones previas con ellos nunca le pedimos nada a cambio, pero aquello fue un gesto amable y desinteresado por parte de la comunidad que recurre al Buen Trato para promover el turismo y desarrollo en la zona. En vista de esas muestras de cordialidad nosotros quisimos retribuirles de la misma manera yendo a agradecerles personalmente por su deferencia, y en ese sentido la EMPRESA BICICENTRO quiso sumarse a tal agradecimiento regalando una bicicleta para que fuese sorteada entre los niños que allí estaban presentes. La niña Roxana recibió una bicicleta y un casco y seguramente ahora tendrá motivos de sobra para soñar con la magia y la libertad que sólo una bicicleta nos prodiga.
Todas las personas a quienes visitamos aquel día estuvieron muy contentas por tal reconocimiento, textualmente dijeron que no esperaban nada a cambio y que les daba mucha satisfacción de que un evento como LA VUELTA A LIMA recorra sus calles y sus montañas y que esto seguramente iba a ser motivo de inspiración para sus hijos y motivo de desarrollo para sus pueblos.
No todo es pedalear en esta vida, a veces hay que detenernos un rato para poder ver aquello que la velocidad no nos permite.
¡LA VUELTA A LIMA, UNIENDO PUEBLOS A BORDO DE UN PEDAL!
¡LA VUELTA A LIMA, CICLISMO QUE DEJA HUELLAS!
Atentamente.
Dúbert Díaz Ramírez
Presidente Club RodandoPerú
Crónica y fotos de la tercera edición aquí: http://